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Importante: El defecto debe estar presente en el momento de la entrega del producto. Si el defecto se descubre en los seis meses siguientes a la entrega, se aplica la presunción legal de que el defecto ya estaba presente cuando se entregó el producto. Esta normativa supone un alivio para el consumidor, ya que en este caso el vendedor tiene que demostrar que entregó un producto sin defectos.
Por lo general, primero hay que dar al vendedor la oportunidad de subsanar el defecto, es decir, mediante la reparación o la sustitución, es decir, con otro producto de igual valor. Sólo si el vendedor se niega en general a hacer nada, y no es posible ni la mejora ni el cambio de la mercancía, el comprador tiene derecho a exigir una rebaja del precio o incluso la anulación y la ruptura del contrato (¡devolución del dinero!).
Tenga en cuenta que el concepto de garantía también existe para las garantías de obras y servicios, así como para las compras por Internet.
Importante: tener en cuenta que, a menudo, los distribuidores intentan evitar la responsabilidad afirmando que ellos no han provocado el fallo o el defecto de la mercancía y que, por lo tanto, no pueden ser responsables de los fallos en los productos que venden. Sin embargo, ¡esto es un error!
La garantía no es lo mismo que lo garantizado. Mientras que la garantía tiene una base legal de la que la empresa/concesionario no puede desviarse y, por tanto, no puede ser renunciada o limitada contractualmente, la garantizado es una promesa voluntaria del concesionario de hacerse responsable de un defecto durante un determinado periodo de tiempo. En la mayoría de los casos, la garantía es más larga que lo garantizado y la concede el distribuidor, especialmente en el caso de productos caros.
El derecho de circulación abarca esencialmente todas las normas legales que regulan la circulación en los espacios públicos. Las normas más importantes del derecho de circulación están reguladas en
geregelt.
Además, hay un gran número de otras leyes y ordenanzas que regulan el transporte en general, y específicamente el transporte de mercancías.
Los particulares se enfrentan regularmente a la StVO o a la FSG, ya sea por no respetar el límite de velocidad aplicable o por infracciones de conducción relacionadas con el alcohol. Es raro que determinadas condenas penales den lugar también a sanciones de la ley de tráfico, pero éstas pueden dar lugar, por ejemplo, a la suspensión del permiso de conducir durante un determinado periodo de tiempo. Esto no siempre es necesario, y a veces es aplicado erróneamente por las autoridades.
Debido al gran número de decisiones emitidas por las autoridades, éstas suelen ser erróneas y a menudo se retiran si son impugnadas judicialmente.
Naturalmente, también puedo asesorar sobre todos los demás aspectos regulados por el Derecho Civil: